Una vez mas se cumplio la leyenda de... TIENES ESTADIO? NOSOTROS TE LO LLENAMOS!!!... La mejor, la hinchada Nro1 del Ecuador...

El "Idolo" jugó de "local" siendo visitante

No era la lluvia, ni el frío. ¡No!. Era Barcelona que llegó a Ibarra y las calles de la ciudad estaban casi vacías.
Todos los caminos dirigían a un solo lugar. El estadio Municipal de la ciudad blanca.

Para nadie es desconocido que cuando el "ídolo" sale de Guayaquil llena todas las canchas que visita. En Ibarra aquel fenómeno estaba presente.

Faltaba una hora para que comience el partido y las gradas estaban a full.

Afuera del escenario, la gente seguía comprando entradas y haciendo fila para ir a ver al equipo "torero".

LA FIESTA
Banderas, camisetas, gorras, chompas y hasta los perros eran amarillos.

Una chica "torera" llevó a su perro con una camiseta puesta de Barcelona. La fiesta se prendía desde las calles.

La "Sur Oscura" poco a poco llegaba con sus tambores y cánticos. La ilusión de los hinchas de ver a Barcelona sacar los tres puntos no era una utopía, porque en la primera vuelta de esta etapa "los toreros" ganaron tres partidos fuera del estadio Monumental.
Las nubes amenazaban con regalarnos un aguacero, al final lo cumplieron.

El primero en saltar fue el cuadro local. Su afición los bañó en un sonoro aplauso.

ÍDOLO A LA CANCHA
Con Imbabura en la cancha, la piel de los simpatizantes "toreros" se ponía de gallina.
Faltaba poquito para que Barcelona salga por el túnel.

Los cánticos se escuchaban en toda Ibarra. Ya no solo cantaba la "Sur Oscura", sino la gente que estaba en el sector de preferencia, tribuna y palco alentando a los muchachos.

Por fin salieron. La locura comenzó. "Un solo ídolo tiene el Ecuador", fue la frase de recibimiento. La pasión cobraba vida. Creo que en toda Ibarra se oía a la gente "torera" cantando.

LA EXPLOSIÓN
Mientras todos los barcelonistas cantaban, una explosión paralizó al estadio por segundos. La "Sur Oscura" hizo explotar un sinnúmero de camaretas y luces que adornaron el saludo del ídolo y asustaron a quienes no se esperaban la estruendosa bienvenida.

En ese instante los jugadores con la hinchada se envolvían en un saludo eterno.
En el segundo tiempo el recibimiento fue igualito. El estadio temblaba cuando Barcelona pisaba el gramado.

Fuente: Extra